¿Así que quieres trabajar en casa?

por Pauli

Desde hace aproximadamente 5 años, trabajo desde casa, o desde la casa de un familiar, en una cafetería, en la universidad, en el taller de mi esposo e incluso en la casa de playa que mi familia alquiló. Cuando me preguntan a qué me dedico, la respuesta es fácil: “soy programadora”. Pero cuando me preguntan “¿en dónde?” el asunto se complica un poco. Aunque actualmente es bastante común que las personas trabajen de manera remota, en algunas partes de América Latina aún es complicado explicar que trabajar desde casa es algo tan formal como hacerlo en una oficina.

Para empezar, hay que aclarar algunos términos. El trabajo remoto es una actividad laboral que se desarrolla fuera de las instalaciones de la empresa que contrata, mientras que el freelance es un trabajador que desarrolla su actividad de manera autónoma. No todo trabajo remoto es freelance ni todo freelance es necesariamente remoto, aunque frecuentemente estos conceptos se solapan, como es mi caso actual.

Cuando se mencionan las grandes ventajas de este tipo de vida laboral, hay cosas que para muchos son atractivas: ser nómada digital, establecer tu propio horario de trabajo, libertades creativas. En el lado de las desventajas se lista la falta de interacción social, falta de beneficios sociales y dificultad para adaptarse si vienes de trabajar en una oficina. Personalmente, creo que son buenas listas, pero muy comunes, así que aquí les tengo mi propia lista:

COSAS QUE ME GUSTAN DE TRABAJAR EN CASA
  • Cocinar y comer en casa, cosas que de verdad me gustan, a una hora razonable y comer con mi familia. De aquí también se desprende tener café recién preparado, tal cual lo prefiero y sin temores de que alguien más use tu taza o se coma tus cosas “por error”.
  • Mi propio espacio de trabajo en el momento que lo necesito. Admitamos que desarrollar código requiere tanto de la lógica como de la creatividad y a veces la musa prefiere estar en una mesa debajo de un árbol y otras veces le gusta estar encerrado en la oficina con su aire acondicionado.
  • Tiempo efectivo de trabajo. No quiero ser juzgada como mala jugadora de equipo, de hecho me gustan los equipos de trabajo, pero, a veces siento como una desventaja la parte de la socialización casi obligatoria en la oficina, hay personas que se toman como una grosería que uno les diga “Disculpa, en este momento realmente tengo mucho trabajo, podemos quedar luego para escuchar los cuentos de tus hijos en la escuela”. Cuando trabajas fuera de la oficina, el tiempo de trabajo es eso, de trabajo y si quieres socializar pues se cuadra salida con los compañeros.
  • Tiempo efectivo de trabajo también implica que si tu trabajo es de 8 horas, eso es lo que le dedicas. Sin las 2 horas de tráfico, sin la hora que te tardas preparando todo para poder salir, si aprendes a separar bien tu trabajo de tu vida, disfrutarás mucho más de todo lo que haces y lo harás mejor.
COSAS QUE NO ME GUSTAN TANTO DE TRABAJAR EN CASA
  • Tu eres responsable de absolutamente todo. Hablo de servicios, equipo técnico, disponibilidad, manejo del tiempo y de los recursos en general, cuando vives en un país como Venezuela, con múltiples fallas de Internet y de electricidad a la semana esto puede ser un problema, pero ojo, un problema que se puede resolver.
  • Aprender a separar tiempo de trabajo de tu propio tiempo (yo peco demasiado de no hacer esto). Si tu trabajo exige una disponibilidad fija de tiempo, ese es el momento que tienes para ellos y debes aprender que si terminas a las 6 p.m. y a las 8 p.m te envían un correo no tienes por qué estar obligado a responderlo al momento… pero como digo, peco mucho de esto, si a las 7 a.m. ya estoy en la laptop y me escriben, yo respondo e incluso comienzo mi horario más temprano.
  • Falta de apoyo en el entorno familiar. Aunque ya no es mi caso, al principio si lo era, que te vean todo el día en casa hace que quienes viven contigo crean que te pueden dejar encargos o que tu no estás tan cansado o tan comprometido en una tarea laboral como ellos que trabajan afuera. Un ejemplo, durante el primer año de trabajo remoto que tuve mi mamá me insistía en que yo podía levantarme “un momentico para empezar a hacer el almuerzo” o “estar pendiente de la ropa de la lavadora durante la mañana” y obviamente es algo que no puedes hacer. Es un poco molesto, pero necesario enseñarle a tu entorno los limites de tu tiempo de trabajo.
  • Caer en el “no me arreglo” (también he pecado de esto), si no tienes que salir de la casa, ¿para qué quitarte la pijama?

Hablemos de algo que a todos nos interesa: el dinero. Al trabajar desde casa, es natural preguntarse si esta opción es rentable. La respuesta es que depende de muchos factores, como el tipo de trabajo que realizas y la ubicación geográfica en la que te encuentras.

En países como Estados Unidos y el Reino Unido, el teletrabajo es cada vez más popular, especialmente en la industria tecnológica, donde el outsourcing se ha convertido en una práctica común para maximizar los recursos. Por ejemplo, si eres un programador latinoamericano que trabaja en un proyecto para una empresa estadounidense, es probable que tus ingresos superen con creces el promedio local.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como en cualquier trabajo, existen gastos asociados al trabajo remoto, como los costos de equipo y servicios adicionales, así como la falta de beneficios sociales que podrían tener los empleados que trabajan en una oficina.

Mi consejo en este apartado es que hagas un análisis detallado de tus finanzas y situación actual antes de decidir trabajar desde casa. No te dejes llevar por las ventajas aparentes sin considerar los costos reales. Por supuesto, estas recomendaciones son aplicables a cualquier propuesta laboral que consideres. En cuanto a las habilidades, oportunidades y herramientas que necesitas para empezar a trabajar desde casa, es un tema para otro post.

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